EDITORIAL DEL PROGRAMA RADIAL – LA CARTA – FM COMUNIDAD SUR 94.3
Sr. Ministro de Educación de la Nación
Dr. Alberto Sileoni
Sra. Ministra de Educación de la Provincia
Letizia Mengarelli
Me dirijo a ustedes, para expresarles mi
parecer, y creo el de gran parte de nuestro pueblo acerca de la aplicación de
la ley nacional 26150, con adhesión de los gobiernos provinciales a través del
concejo federal de educación.
En principio coincido totalmente en la
necesidad de que nuestros niños sean educados apropiadamente para tener una conducta
sexual sana emocional y física, que los ayude a desarrollarse como personas en
el futuro.
Me preocupan si, algunos aspectos de la ley
y de la publicación “lineamientos curriculares para la educación sexual
integral”.
En primer lugar la ambigüedad de la ley da
lugar a que al amparo de la misma, se cobijen posturas diversas y considero que la extremada
diversidad sirve para la nula instalación de valores en la vida de los
educandos.
En el artículo 1 y 9 de la norma, mencionan
la articulación de los aspectos biológicos, psicológicos, sociales, afectivos y
éticos. Los cuatro primeros podrían discutirse, especialmente referenciando el
lugar donde estamos parados para efectuar los análisis requeridos, pero el que
más me preocupa el aspecto ético.
De que ética me están hablando, de la ética
que reparte preservativos en los colegios, o de la ética que llama familia, a
asociaciones diferentes a la que la creación ha establecido, y a la que llama
“matrimonio igualitario” dándole nombre de conquista social, a algo que
definitivamente no puede ser considerado como familia.
Como cristianos no estamos de acuerdo con
la ética del aborto, de la eutanasia, de la diversidad que ampara solamente una
parte de la historia, de la relación sexual hedonista, y creemos que la
sexualidad debe ser vivida y disfrutada en el ambito del matrimonio, limite que
el creador ha puesto e instaurado para nuestra propia salud mental, emocional y
física, que la abstinencia prematrimonial es un bien invalorable.
En segundo lugar y queriendo no extenderme
en muchos más aspectos, en el articulo 9 legisla que “deberán organizar en
todos los establecimientos educativos espacios formativos para los padres o
responsables que tienen derecho a estar informados”. Yo como padre no quiero
que me informe, quiero que me escuchen porque yo quiero educar sexualmente a
mis hijos en mi casa, con mis valores cristianos. No quiero que otros valores
sean establecidos en la vida de los niños, porque las sociedades que se han
abierto a sexualidades liberales, pagan la consecuencia en el desdibujamiento
de la necesaria imagen de la familia.
No quiero que animen a mis hijos a que
miren con simpatía un nuevo tipo de familia, que no es tal. Por supuesto que
cada uno tiene derecho a vivir la vida en esta tierra, de acuerdo a lo que bien
le parece, aun sin poner en consideración que cada uno un día va a dar cuenta
delante de su creador, acerca de la manera en que condujo sus pasos. Pero yo
quiere poder enseñar y no pelear con la escuela acerca de valores que quiero,
sean establecidos por las familias.
En definitiva, escúchennos, dennos la
posibilidad de elegir que cosas queremos que enseñen a nuestros hijos, escúchennos
y no nos hagan sentir como es habitual que nuestra opinión no vale, escúchennos
y por sobre todas las cosas escuchen a dios que a través de su palabra nos
enseña cómo se hacen las cosas.
Claudio Pagura
No hay comentarios:
Publicar un comentario