lunes, 4 de agosto de 2014

EL MUNDO NO SABE DONDE ESTA SU CASA - CLAUDIO PAGURA

EL MUNDO NO SABE DONDE ESTA SU CASA

El Perdiodista y Escritor uruguayo Eduardo Galeano, en su excelente artículo “El Teatro del Bien y el Mal”, culmina de la siguiente manera: “Luca, de tres años, comentó en estos días: «El mundo no sabe dónde está su casa». El estaba mirando un mapa. Podía haber estado mirando un noticiero.”
Todos los que somos padres sabemos cuantas veces las respuestas de nuestros hijos nos desestructuran, no siempre por desubicadas sino por el contrario, por la capacidad de definir como blanco lo blanco y lo negro como negro.
En esta ocasión Luca definió nuestra realidad mejor que cualquier sociólogo, y su perfil psicológico, mejor que cualquier psicólogo.
Hemos perdido cualquier sentido de pertenencia, parece que hemos adoptado la postura cómoda de dejarnos llevar de las narices, aunque sea al matadero.
Nos hemos quedado sin casa. Este mundo después de un largo día de trabajo no sabe hacia donde volver.
Nico, mi hijo, cuando tenía apenas tres años, al ver a un famoso travesti por televisión le dijo a mi esposa, “que es eso una mujer disfrazada de hombre”. Muchas veces no sabemos ni lo que es lo que estamos viendo.
Los formadores de opinión son los más promiscuos, y todos miramos para el costado como si ignoráramos quienes son los que nos hablan.
Los que nos gobiernan, no opinan sobre “la vida privada de la gente” en pro de la “tolerancia”, como si esta supuesta vida privada al hacerse pública no afectaría, o serviría de mal ejemplo para un sociedad en crisis.
La televisión, especialmente los programas denominados de ficción, aceptan como correctas las relaciones sexuales antes del matrimonio, la homosexualidad, el adulterio, estableciendo tácitamente una “nueva moralidad”, que en realidad es nuestra flamante y remozada “nueva inmoralidad”.
Y ahora nuestra ciudad tiene el triste privilegio de tener una guía de turismo lesbico-gay y el Sr. Intendente se hace el distraído, quizás pensando en los votos de los potenciales usuarios de esta guía, y no el pequeño pero efectivo empujoncito que esta dando a la sociedad rosarina hacia el abismo.
Otro pequeño empujoncito Sr. Intendente: Por fin parece que vamos a tener casino, para que nuestros conciudadanos pierdan los pocos pesos que le quedan, cada mes, y se entreguen a un vicio que por lo menos antes le costaba doscientos kilómetros de distancia.
Jesús contó una historia de un hombre que pidió la herencia a su padre y fue a malgastar su dinero en prostíbulos, grandes comilonas y placer esfímero. Poco le duró, al tiempo estaba golpeando la puerta de la casa de su padre anhelando el perdón y un lugar donde ahogar sus penas de pródigo. Su padre lo recibió con un profundo amor e hizo una fiesta. Entro a una casa donde había orden, el orden que puso el padre.
El hombre ha demostrado su incapacidad para gobernarse a si mismo.
Pero Luca el mundo se olvido donde esta su casa, pero la casa existe, es la casa de su Padre Dios, el tiene todo el orden que necesitamos, su gobierno sobre nuestras vidas puede cortar con el descenso abrupto en el cual el post-modernismo nos ha metido.
El Padre esta en la puerta de casa, con sus brazos abiertos, dispuestos a amarnos a sanar nuestras heridas, y a enseñarnos a vivir, vivir de la manera que el sabe, como creador que es, con su reglas creadas para nuestro beneficio.
El va ha decir las mismas cosas, las que dijo a través de Jesucristo hace dos mil años, hasta que nos animemos a vivirlas, no ha teorizarlas.
Muchas de estas verdades están en el evangelio de Mateo capítulo 5, 6 y 7.
Nos vemos en casa.

Claudio Pagura

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