EDITORIAL DEL PROGRAMA RADIAL – LA CARTA – FM COMUNIDAD SUR 94.3
Estimados concejales
de la Comisión de Servicios Públicos del Concejo Municipal de Rosario.
En la edición del
diario La Capital del día de la fecha pude leer con agrado el articulo de
pagina 3 titulado “tensiones entre los taxistas, pese que el concejo aumentara
la tarifa”
Porque manifiesto mi
agrado, porque creo que la intensión de ustedes, se puede percibir claramente,
es la de encontrar el equilibrio entre los intereses de los taxistas y los de los
usuarios de este servicio público.
Este simple ejemplo,
tiene que ser una verdadera lección para los que en nuestro paso por la tierra
queremos despojarnos de nuestra naturales subjetividades e intentamos ser
justos en nuestros juicios, en las apreciaciones de los juicios de otros, y en
nuestras actitudes y hechos que a diario soportan o disfrutan los que nos
rodean.
En un mundo donde
cada uno va por todo, nuestro objetivo no puede ser conformar a todo el mundo,
porque nuestro accionar va a ser como diría mi viejo, como el Cachamay que no
hace ni bien ni mal.
Han tenido el valor
ante tanta beligerancia, de hacer caso omiso a la misma y pesar en todo el
universo que abarca este servicio público, que involucra la vida de gran parte
de nuestros conciudadanos.
Y quiero resaltar
algo que aun considero más importante:
Silvina Dezorzi,
periodista autora de la nota dice textualmente: mas allá de las diferencia
partidarias, los concejales resistieron en conjunto a la presión.
Segunda gran lección:
cuando hay un interés común, las rivalidades deben ser puestas de lado.
Y esto debería ser
entendido en estratos mayores de la política.
La política
provincial y nacional, alberga en la hipótesis de conflicto, la esperanza de
sacar partido en medio del rio revuelto.
El que no piensa como
yo se convierte en mi enemigo, “no sé de que se trata pero me opongo”.
Han tenido la
capacidad ustedes, de percibir que quizás en este tema como en otros hay un
bien mayor que debe, amerita unirnos.
Qué bueno sería que
esto también, sea tomado como ejemplo en la vida cotidiana. Nadie debería sentirse
perdidoso por darle la razón al otro.
Nadie debería mensurar como una gran pérdida que el otro sea y no yo el que vea
las cosas con mayor claridad.
En definitiva, la
riqueza humana que yo tengo no la tiene el otro, y con mi aporte y el del otro,
podremos construir pensando en que no hace falta destruir primero lo que el
otro haya hecho para edificar bien.
El Apóstol Pablo en
su carta a los filipenses, nos enseña a considerar a los demás como superiores a
nosotros mismos, si comprendiéramos esto, la vida sería un poco más sencilla y
nos libraría de la competencia insana y de los rencores inútiles.
Gracias nuevamente y
reciban un fuerte abrazo de “la carta”.
Claudio Pagura
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