La marca de dos vidas
Más allá de la etimología de la palabra aborto, voy a decir que en esta
sociedad post-moderna dicho hecho es una acción consciente, un acto en el cual se tiene un margen de tiempo para
la reflexión y para evaluar las
probables consecuencias que tenga que enfrentar. Es un acto voluntario ya que
la persona involucrada es el portador de una decisión, más allá que en su
entorno existan determinados factores que puedan generar diferentes tipos de
presiones.
De acuerdo con los estudios
efectuados sobre el tema, en los últimos años cerca del 50% de las mujeres que
realizaron abortos expresaron haberlo hecho por razones económicas y falta de
necesidades básicas, un 30 % por razones
familiares o casos de abuso sexual (sobre todo en adolescentes) y el
resto por cuestiones personales como estudios, trabajo, etc. Muchas veces las
razones abundan en una persona que
indirectamente o directamente ya dentro de sí tomo la decisión. Las
argumentaciones, las justificaciones, las conductas evasivas, la trasferencia o
proyección de culpas en el ser humano
sirven como mecanismos de defensa, como“refugio” psicológico creado para
que la persona no quiebre su yo, ni se vea involucrado demasiado con un
sentimiento profundo de culpabilidad por lo que va a realizar o realizó.
Las consecuencias psicológicas de una
mujer que realiza un aborto son destructivas tanto a nivel físico como a nivel
psíquico. Un minoría de mujeres toma este hecho con una importancia insignificante, pasa a
ser uno más entre otros hechos. Generalmente estas son mujeres con una
conflictiva particular, muy centradas en sí mismas y en sus ideales o posturas,
pero a ésta decisión se le suma toda la conflictiva psicológica que ya posee.
Para la gran mayoría de las mujeres (incluyendo al grupo anteriormente
nombrado) realizar un aborto toma la característica de TRAUMA PSÍQUICO, ello
implica la difícil elaboración del aparato psíquico para incorporar dicha
realidad, produciendo diferentes manifestaciones en las personas que conllevan
características similares, cuyo conjunto es llamado Síndrome( conjunto de
signos y síntomas) Post- traumático(PDT). Estos signos y síntomas pueden ser:
sentimiento de culpabilidad, conductas evasivas dirigidas a adicciones y a
frecuentar diferentes espacios con el fin de aturdirse y no darle lugar al
pensamiento y la reflexión; conductas de ocultamiento o encubrimiento,
trastornos de ansiedad con hiperactividad y estados de excitación que inducen a
la toma de ansiolíticos y tranquilizantes muchas veces en forma indiscriminada.
También son comunes los trastornos en el sueño, manifestándose con insomnio o con pesadillas permanentes
relacionadas con el hecho; los trastornos de conducta, con tendencias
impulsivas y agresivas hacia los demás y hacia su propia persona en forma
autodestructiva, directa o indirecta, llegando al suicidio; la perdida del
control interno de las reacciones, produciéndose desequilibrios emocionales o
desbordes. A esto se suman las ideas y pensamientos paranoicos o persecutorios,
con un paulatino quiebre en los lazos sociales, disminuye la capacidad de
socialización trayendo dificultad en las relaciones o distorsión en la
comunicación; la perdida de la autoestima, de la confianza en sí misma,
provocando una disminución en la capacidad para tomar decisiones y generando
una conducta dubitativa permanente, con sentimientos de inadecuación;
sentimientos de frustración que se trasladan a todas las áreas de su vida
empobreciendo en especial el planteamiento de metas y expectativas, los que
inclusive pueden desencadenar estados
depresivos profundos. Paralelamente, se puede llegar a abrir una indagación
puntillosa sobre la muerte, tornándose en carácter obsesivo e incurriendo en
espacios escabrosos, y una tendencia a realizar somatizaciones permanentes con
la aparición y desaparición de síntomas, en general físicos.
La aparición de estos síntomas, a los que se suma el gran sentimiento
de culpa que conlleva el realizar un aborto, hace que la mayoría de las mujeres
se arrepientan de haber tomado dicha decisión (en un 80% dicen los estudios
realizados); no obstante llevan la marca de algunos de estos síntomas en el
transcurso de su vida.
Un dicho popular dice: “El derecho de uno comienza cuando culmina el
del otro”. No marques el destino de otra vida, ni siquiera marques tu propio
destino...
Si ves las puertas cerradas, empezá a golpearlas, una por una...
Seguramente una se va abrir...y no sólo eso... alguien muy especial te
abrirá… alguien que hace mucho está esperando para abrazarte... alguien que te
dice “YO HE VENIDO PARA QUE TENGAN VIDA, Y LA TENGAN EN ABUNDANCIA...”
Lic. Lujan Billodro
Psicóloga
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